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Cosas Absurdas

La Deseperación del Sonido

La Deseperación del Sonido

En una tarde con cuatro soles sobre su cabeza el sonido decidió caminar un rato sobre los prados.

Su desesperación no tenía límite, pues no comprendía el sentido de la existencia de su propia existencia. El sonido se había estado escuchando así mismo y había llegado a la conclusión de que no podía saber nada seguro sobre si mismo sin consultar al movimiento.

El movimiento no tenía tiempo que dedicar al sonido para explicarle porque se producía el sonido y si éste tenía que ver con el movimiento. Tenía demasiada prisa. Es posible que el movimiento tampoco supiese la verdad acerca del movimiento.

Desesperado, el sonido caminó sobre los prados. Su murmullo furioso recogía todos los sonidos del mundo (también los inaudibles para los humanos) y los amplificaba cientos de veces. En pleno paroxismo de furia el sonido vió (en realidad no-oyó) como la presencia del silencio lo oscurecía todo.

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