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Cosas Absurdas

Almaci de Zansha

Almaci de Zansha visitó a un mago que dijo tener cientos de medicinas milagrosas que había comprado a los almanartos, tribu que se creía repleta toda de brujos, hechiceros, magos y alquimistas no siempre de la mejor clase.

Díjole que aquellas yerbas en especial las había cultivado hacía ya muchos siglos "el mago del sombrero del suave cardo" o Çalmaníadesxandros, que como todo el mundo sabe es el único de los 108 magos de la misteriosa orden Saneyri del que se tiene constancia real de su existencia; del resto de los almanartos de los que se dice que participaron en la Batalla de las Tres Auroras no se guarda recuerdo alguno.
Çalmaníadesxandros tampoco existiría para la historia a no ser porque fue capturado junto con dos ayudantes transformados en espíritus menores (que algunos dicen demoníacos) justo cuando recogía plantas en la base de la muralla enemiga.
De la eficacia de sus hechizos, pociones y brebajes no se tiene duda alguna: mató a 3.879 personas en la ciudad de Esria dispersando por el aire un preparado compuesto de 200 langostas envenenadas con metales pesados y con saquitos de trémulas atados a las patas; enterrando múltiples pociones en los alrededores de la ciudad y esparciendo emanaciones del estómago de 8 híbridos de salamandras con phineas (serpientes de media cabeza compuestas de ceniza) alimentadas con madera durante un  mes.

Descubridor de las "transformaciones" (algo similar a las Esencias), es llamado "mago del sombrero del suave cardo", por su más célebre "principius" escrito. Ese principius es titulado "De la sucesión de perplejidades en los objetos conducidos a su superficie". Este tratado (que le fue requisado en prisión) expone los ya conocidos rumores del "Cardo Suave", una construcción metafísica que hizo a partir de sus poderes y que pretendía ser mnemotécnica acerca de todas las características de "El Poder" y que representaba sucesivamente "los pasos de transformación de perplejidades de las superficies de los objetos".
Cuando fue apresado además de serles sustraídos diversos amuletos, útiles astronómicos, piedras talladas, colas y pequeños frascos con entrañas de animales en su interior, se encontró dentro de un compartimento de su gabardina (cerrado con llave), un cardo con una textura más suave aún que el terciopelo y muy fluida y un copo de nieve encerrado en una caja transparente.
Es de esa caja y concretamente del copo, de dónde se sacaron más de 300 composiciones amorfas de transformaciones: 3 de ellas bellas hasta la perfección y 10 de ellas totalmente inestables. También se encontraron 8.500 pergaminos con conjuros, teorías, conjuntos de elementos, demonios, nombres de ciudades y continentes, funcionamiento de extraños aparatos, un diario tan cuidado que conoceríamos cada detalle de la vida del mago si el diario no estuviera tan fuertemente protegido de tal manera que no permite recordar a nadie que lo haya leído absolutamente nada acerca de lo contenido en el diario más que era absolutamente extraordinario. Las desafortunadas personas que lo leyeron (perdieron también su propia memoria, absorbida por el diario) dijeron que el diario revelaba muchísima información.
 
También allí se hallaban 80 figuras de ónice rojo (que con la luz de la luna se vuelven blancas y con la luz del sol rojas), que dicen que echaron a andar y mataron a 30 hombres antes de ser aprisionadas de nuevo en piedra; también el copo contenía numerosos frascos con pociones, así como una explicación minuciosa de los efectos que producía cada una.

Sobre cómo fue posible sacar del mágico copo de nieve todos estos objetos (y varias decenas de objetos sin estudiar dónde también se encuentra un copo de nieve 12 veces más grande que el anterior e inexpugnable por el momento) sólo se puede decir que pasaron más de doscientos años hasta que un antepasado de Ixiextranímides (mago regente de una tienda) junto con unas cuantas decenas de alguimistas, magos, hechiceros, brujos y nigromantes emprendieron la búsqueda de cómo se podía abrir el copo.

Grande era la prisa del mago y grande la desconfianza de Almaci. A pesar de encontrarse rodeado de aquellos objetos, que, narrados por el nieto de Ixiextranímides parecían cobrar vida a medida que aparecían en el relato, pequeños detalles le llamaron la atención.

De la trastienda salía un leve humo de color cuasiamarillo/negroazulado, distintivo de la quema de kjare, cristal orgánico que sólo crece en las lejanas tierras de Eshivor, lugar donde vivían los Nekgan, famosos por comerciar con ilusiones fruto de sustancias extrañas.
Almaci, sin esperar a las prontas protestas del nieto de Ixiextranímides (llamado en sus aventuras por el norte como Oxýnoia), se dirigió a la puerta del almacén.

Con un efectivo movimiento, el objeto que parecía un perchero pero que en realidad era un autómata de color rojo, derribó al suelo a Almaci.
 
Su sueño inducido completó la historia de Oxýnoia:
Así conoció a Loiqiraya, supuestamente de amigo de Oxýnoa y descendiente directo de Çalmaníadesxandros. Había conocido a Oxýnoa en uno de sus viajes al sur, rodeado de las Selvas Habladoras, producto de los frenéticos experimentos para ganar la Guerra de los Postes Torcidos. Guerra destada por cuestiones poco

Sin embargo, el sueño le mostró las intrigas entre los alquimistas, deseosos del poseer los poderes del célebre mago almanarto.

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